En el estudio de la
química, es fundamental comprender que muchas reacciones no se desarrollan
completamente hacia un solo sentido. En la mayoría de los casos, los productos
formados pueden reaccionar nuevamente para regenerar los reactivos, dando lugar
a un proceso reversible. Cuando las velocidades de la reacción directa y la
reacción inversa se igualan, el sistema alcanza un estado de equilibrio químico.
Este equilibrio no
significa que la reacción se haya detenido, sino que se ha establecido una situación
dinámica, en la que las transformaciones químicas continúan ocurriendo en ambos
sentidos con la misma rapidez, manteniendo constantes las concentraciones de
todas las especies químicas. Por esta razón, se dice que el equilibrio químico
es dinámico y no estático.
El estudio del
equilibrio químico es esencial para predecir el comportamiento de los sistemas
químicos y controlar la formación de productos en condiciones determinadas. En
los procesos industriales y biológicos, esta comprensión resulta crucial. Por
ejemplo, la producción de amoníaco mediante el proceso Haber-Bosch, la síntesis
del ácido sulfúrico en el proceso de contacto, o el equilibrio del dióxido de
carbono en la sangre humana, son aplicaciones directas del principio de
equilibrio químico.
Para caracterizar
cuantitativamente este estado, se define la constante de equilibrio (K), que
establece una relación entre las concentraciones o presiones parciales de los
productos y reactivos en el equilibrio. Su magnitud permite conocer la
extensión de una reacción: si está desplazada hacia los productos o hacia los
reactivos. Además, el Principio de Le Châtelier proporciona una herramienta
predictiva para anticipar cómo un sistema reacciona ante cambios en sus
condiciones (como concentración, presión o temperatura), buscando siempre
oponerse a la perturbación y restablecer el equilibrio.
El equilibrio
químico, por tanto, constituye uno de los pilares conceptuales de la química
moderna, pues une dos grandes áreas de estudio: la termodinámica, que determina
la posición del equilibrio, y la cinética química, que explica cómo y a qué
velocidad se alcanza. Su comprensión permite diseñar y optimizar reacciones
tanto en el laboratorio como en la industria, con el objetivo de obtener el
máximo rendimiento posible bajo condiciones controladas.
1. Constante de
equilibrio
Cuando una reacción
química reversible se lleva a cabo en un sistema cerrado, llega un momento en
que las concentraciones de los reactivos y de los productos dejan de variar con
el tiempo. En este punto, se dice que el sistema ha alcanzado el equilibrio
químico.
El equilibrio
químico no implica la detención de la reacción, sino que las velocidades de la
reacción directa e inversa son iguales. Por esta razón se dice que el
equilibrio es dinámico.
Para una reacción general:
la constante de equilibrio (Kc) se define como:
donde los corchetes
representan las concentraciones molares (mol/L) de las especies en el
equilibrio.
En el caso de
gases, puede emplearse la constante de equilibrio en términos de presión
parcial (Kp):
La relación entre Kp
y Kc está dada por la ecuación:
donde Δn = (c + d) - (a + b)
corresponde a la diferencia en el número de moles gaseosos, R es la constante
de los gases (0.0821 L·atm·mol⁻¹·K⁻¹) y T la temperatura absoluta (K).
La magnitud de K
indica la extensión de la reacción:
- Si K >> 1, el equilibrio está
desplazado hacia los productos.
- Si K << 1, el equilibrio favorece
a los reactivos.
- Si K ≈ 1, ambos coexisten en cantidades
comparables.
Ejemplo:
Considere la
reacción:
A 448 °C, se
determinan las siguientes concentraciones en el equilibrio:
[H₂] = 0.20 M, [I₂] = 0.10 M y [HI] = 1.0 M.
Calcule Kc.
Solución:
Interpretación: El valor de Kc = 50 indica que, a esta temperatura, la reacción
favorece ampliamente la formación de HI.
2. Equilibrios
homogéneos y heterogéneos
El tipo de
equilibrio depende del número de fases presentes en el sistema.
a) Equilibrio
homogéneo
Se denomina así
cuando todas las sustancias involucradas están en la misma fase (gas, líquido o
solución).
Este tipo de
equilibrio se rige directamente por las concentraciones molares o presiones
parciales.
Ejemplo:
Ambas especies
están en fase gaseosa. El equilibrio es homogéneo.
Ejercicio:
En un recipiente de
1 L, a 298 K, se establece el equilibrio anterior con [N₂O₄] = 0.20 M y [NO₂] =
0.40 M. Calcule Kc.
Interpretación: Un valor de Kc menor que 1 indica que el equilibrio favorece ligeramente la forma
dimerizada N₂O₄ (reactivo).
b) Equilibrio
heterogéneo
Se presenta cuando
los reactivos y productos no están todos en la misma fase. En estos casos, las concentraciones de sólidos y líquidos puros no se incluyen
en la expresión de K, ya que su densidad y, por tanto, su concentración,
permanecen constantes.
Ejemplo:
La expresión del
equilibrio es:
Ejercicio:
Si la presión parcial de CO₂ en equilibrio es 0.25 atm, entonces:
Interpretación: El valor de Kp indica una baja tendencia del
carbonato de calcio a descomponerse.
3. Relación
entre cinética química y equilibrio químico
La cinética química
estudia la velocidad con la que ocurren las reacciones y los mecanismos que las
gobiernan. El equilibrio químico, en cambio, se alcanza cuando las velocidades
de la reacción directa e inversa se igualan.
Durante el
transcurso de una reacción reversible:
- Al inicio, solo ocurre la reacción
directa.
- A medida que se forman los productos,
comienza la reacción inversa.
- Finalmente, ambas velocidades se
igualan y se alcanza el equilibrio.
En este punto:
y las
concentraciones permanecen constantes.
Ejercicio:
En el equilibrio:
Si se duplica la
concentración de A, ¿qué ocurre?
Respuesta:
Aumenta la velocidad de la reacción directa, desplazando temporalmente el
equilibrio hacia la formación de C y D, hasta alcanzar un nuevo estado de
equilibrio.
4. Factores que
afectan el equilibrio químico
Cualquier
modificación en las condiciones del sistema puede alterar el equilibrio. Los principales factores son:
- Concentración de reactivos o productos.
- Presión o volumen (en sistemas
gaseosos).
- Temperatura.
- Presencia de un
catalizador.
Estos cambios se
interpretan mediante el Principio de Le Châtelier, que describe la respuesta
compensatoria del sistema.
Ejemplo:
- Si se agrega más SO₂ → el equilibrio se
desplaza hacia la derecha (se forma más SO₃).
- Si se aumenta la temperatura → se
desplaza hacia la izquierda, ya que la reacción es exotérmica.
- Si se disminuye el volumen → se
favorece la derecha, por tener menos moles gaseosos.
5. Principio de
Le Châtelier
Formulado en 1884
por Henri Le Châtelier, establece:
“Si un sistema en
equilibrio es perturbado por un cambio en concentración, presión, volumen o
temperatura, el sistema se ajusta para contrarrestar parcialmente el efecto de
la perturbación y restablecer el equilibrio.”
En esencia, el
sistema “se defiende” de los cambios externos, desplazando la reacción en el
sentido que reduzca el efecto del cambio impuesto.
Ejercicio:
Para la reacción:
Prediga los efectos:
- Aumento de temperatura → el equilibrio
se desplaza a la izquierda (favorece la endotermicidad).
- Disminución de volumen → el equilibrio
se desplaza a la derecha, por tener menos moles gaseosos.
- Adición de N₂ → se favorece la
formación de NH₃.
6. Cambios de
concentración, volumen, presión, temperatura y presencia de un catalizador
a) Cambio de
concentración
El sistema ajusta
el equilibrio para consumir el exceso o reponer la deficiencia.
Ejemplo:
- Aumentar [H₂] → equilibrio hacia la derecha.
- Aumentar [HI] → equilibrio hacia la izquierda.
Ejercicio:
Si [H₂] = 0.2 M, [I₂] = 0.3 M y [HI] = 0.8 M, ¿qué ocurre al agregar más I₂?
Respuesta:
El equilibrio se desplazará hacia la derecha para producir más HI y reducir la
concentración adicional de I₂.
b) Cambio de
volumen o presión
Solo afecta a los
gases.
- Menor volumen (mayor presión): favorece
el lado con menos moles gaseosos.
- Mayor volumen (menor presión): favorece
el lado con más moles gaseosos.
Ejercicio:
En la reacción:
Reducir el volumen
→ el equilibrio se desplaza a la derecha, porque hay menos moles gaseosos (2 →
1).
c) Cambio de temperatura
Depende del signo de ΔH:
- Reacción exotérmica: aumentar T →
equilibrio a la izquierda.
- Reacción endotérmica: aumentar T →
equilibrio a la derecha.
Ejemplo:
Aumentar la
temperatura → favorece la derecha (formación de NO₂).
d) Presencia de
un catalizador
El catalizador no
modifica el valor de K ni la posición del equilibrio, solo acelera la llegada
al equilibrio reduciendo la energía de activación de ambas reacciones (directa
e inversa).
Ejemplo:
En el proceso de Haber-Bosch para producir amoníaco, el catalizador de hierro
(Fe) permite alcanzar el equilibrio más rápido sin alterar el valor de Kp.